La lengua geográfica, denominada médicamente como glositis migratoria, es una afección benigna y de carácter temporal que afecta a la superficie de la lengua, la cual se inflama y aparecen una especie de parches o manchas blanquecinos y rojizos que le dan el aspecto propio de un mapa, de ahí el nombre que ha adoptado.
Puede afectar a cualquier persona, aunque se ha comprobado que es más frecuente en mujeres que en hombres.
Puede estar relacionada con alguno de estos factores:
Factores genéticos
Ciertas deficiencias nutricionales, especialmente los bajos niveles de vitamina B o zinc.
Consumo de determinados alimentos demasiado picantes, condimentados, ácidos o irritantes.
Asociada a enfermedades o afecciones como eccema, psoriasis, alergias, asma, etc. También puede estar asociada a enfermedades cardiovasculares o diabetes.
Alteraciones hormonales, como las que se producen especialmente durante el embarazo.
Factores emocionales, como pasar por periodos o situaciones de estrés, nerviosismo o ansiedad.
Con el fin de aliviar las molestias, la inflamación y el malestar que puede provocar la lengua geográfica, se pueden recomendar los siguientes tratamientos y medidas:
Prescribir determinados medicamentos antiinflamatorios y antihistamínicos para reducir la hinchazón y combatir síntomas como la sensación de escozor y quemazón.
Uso de enjuagues bucales que contengan agentes antisépticos y anestésicos para aminorar las molestias.
Pomadas con esteroides en aquellos pacientes más sintomáticos.
Controlar la alimentación y evitar tabaco y alcohol.
Mantener una buena higiene bucal, cepillándose los dientes y la lengua cuidadosamente después de cada comida.
Al haberse relacionado con la falta de vitamina B y zinc, se puede incrementar el consumo de alimentos que contengan estos nutrientes en la dieta diaria.