¿Qué son los trastornos de Articulación Temporomandibular?

articulacion temporomandibular

Emma Vilaró es dentista especialista en ATM y ortodoncia, y una de las fundadoras de la Clínica Dental Agulló y Vilaró. Su larga y comprometida experiencia en el campo de la odontología y la ortodoncia se dejan entrever en su excelente currículum. A lo largo de este post nos va a resolver todas las dudas que tenemos acerca de la Articulación Temporomandibular.

¿A qué llamamos un trastorno de Articulación Temporomandibular?

Cuando hablamos de Articulación Temporomandibular, o ATM, nos referimos a la articulación de la mandíbula. Por otra parte, un trastorno es una alteración o un mal funcionamiento. Así, los trastornos de ATM son alteraciones que afectan a cualquier función de la cara, boca y cuello. Por ejemplo, a la hora de comer, oír o, simplemente, en la postura de nuestra cabeza.

Hay que saber distinguir entre las alteraciones articulares, las musculares y las cérvico génicas:

  • Las articulares son irreversibles. En este caso únicamente se pueden aliviar los síntomas.
  • Las musculares sí que son reversibles y aparecen en edades tempranas, como en la adolescencia. Desde aquí manifestamos la importancia de las revisiones de odontopediatría para prevenir este tipo de situaciones.
  • Las cérvico génicas se llaman así porque afectan a las cervicales y suelen darse por traumatismos o malas posturas.

¿Cuáles son los síntomas de un trastorno de ATM?

Existen varios, entre ellos: dolores de cabeza, dolores o tirantez de cuello y cervicales, dolores de oído, cambios en la audición, dolores en la propia articulación, sensibilidad en los dientes y maxilares, limitación de movimiento como la apertura bucal, el bloqueo de la mandíbula sin poderla abrir o cerrar, chasquidos cuando se abre la boca, tinitus o ruidos en los oídos, mareos, bruxismo o desgastes dentales, entre otros.

Has mencionado dolores en otras partes del cuerpo, más allá de la mandíbula. ¿Qué relación existe entre nuestra mandíbula, cuello y cabeza?

En el cuerpo humano está todo relacionado. La columna sostiene la cabeza y en la cabeza está la mandíbula. Es la conexión a través de músculos, ligamentos y nervios lo que provoca esta irradiación del dolor hacia otras zonas del cuerpo. Por poner un ejemplo, en algunos casos, las contracturas musculares en el trapecio (espalda) se ven reflejados en el oído o alrededor de la oreja.

La boca es una parte de la cara con muchos músculos, ligamentos y nervios. Por eso, si tenemos algún tipo de alteración aquí, esto también afectará a otra parte del cuerpo. Así, los cambios posturales pueden afectar a nuestra articulación temporomandibular; o una mala mordida u oclusión pueden provocar problemas en nuestra columna vertebral.

¿Cómo se tratan estas alteraciones?

Ante un mal funcionamiento de la ATM, primero se deberán evaluar las causas que han conducido a esta alteración. Las causas pueden ser diversas, de hecho, en la mayoría de las ocasiones existe un problema multifactorial. Por eso es tan importante hacer un diagnóstico certero de cada una de estas causas con el fin de buscar la mejor solución.
En nuestra clínica realizamos un examen oclusal y de la ATM en formato de cuestionario para el paciente, con el objetivo de encontrar de la forma más precisa posible las causas de la alteración. Además, se suma a ello una exploración, anamnesis y las pruebas clínicas que se precisen.

Con esto, queremos decir que no existe un solo tratamiento o aparato que trate la disfunción temporomandibular:

  • La causa más común es que el problema sea oclusal o de mala mordida y haya derivado en problemas musculares. En estos casos el tratamiento consiste en una férula y ejercicios de fisioterapia (si existe dolor muscular). Después, se inicia el restablecimiento correcto de la mordida con ortodoncia o un tratamiento rehabilitador.
  • Si el problema es articular, combinado con un problema cervical, el tratamiento es mucho más largo, ya que precisa de aparatos tipo MORA o PIVOT. Al haber edema intraarticular o inflamación es necesario descomprimir la ATM. Este tratamiento, además, se hace conjuntamente con un fisioterapeuta, traumatólogo o neurocirujano. Tras esto, hay que establecer la mordida correcta para conseguir una estabilidad articular y oclusal. No obstante la lesión articular no desaparecerá, por lo que el paciente deberá llevar una férula nocturna.
  • En los casos más graves en los que, por ejemplo, la alimentación sea imposible, los tratamientos más recomendados son los quirúrgicos o de restablecimiento de la articulación con una prótesis de ATM customizada.

¿Se puede prevenir la alteración de la ATM?

Sí, sobre todo con las revisiones periódicas al dentista. Es importante que en ellas se explique al odontólogo/a todo lo que nos moleste o duela.

Para ello, lo primero de todo es mirarnos, escucharnos y pensar que tener dolor no es normal, al igual que no es normal hacer ruidos en la articulación mientras comemos.

Ante el signo de cualquier problema en nuestra boca, como una mala oclusión, la caída de un diente o el desgaste dental es esencial acudir a un especialista y tratarlo. Estas son algunas señales de que algo no está funcionando bien en nuestra boca y, en consecuencia, nuestra articulación. Ponerle solución es un primer paso para prevenir alteraciones o malos funcionamientos en la ATM.

Cuanto más tiempo pase, peor pueden ser las consecuencias y más complejo y costoso será el tratamiento.