El bruxismo es una parafunción mandibular persistente que se conoce comúnmente como rechinar de los dientes. Éste se puede producir durante el día o por la noche. El más frecuente es el relacionado con el sueño, también el más difícil de controlar.
Ya que el bruxismo es inconsciente y nocturno, la única manera de diagnosticarlo es durante el sueño, bien de forma directa mediante la visualización del hábito, bien midiendo la actividad de los músculos masticadores durante la noche por medio de una electromiografia.
Las causas del bruxismo no están completamente claras, aunque parece deberse a varios motivos que pueden incluso estar asociados unos con otros. Entre ellos encontramos:
- Maloclusiones en adultos que debido a una mala alineación de los dientes tanto de arriba como de abajo.
- Factores psicológicos, desde ansiedad, el estrés, la tensión, hiperactividad, etc.
- En los niños puede relacionarse con el crecimiento y el desarrollo. Estudios indican que aproximadamente el 30% de niños de entre 5 y 6 años sufren bruxismo. Aunque la mayoría de estos dejan de bruxar al cambiar a los dientes definitivos.
- Algunas enfermedades como la enfermedad de Huntington o la enfermedad de Parkinson, la Apnea del Sueño, incluso efectos secundarios de algunos medicamentos como es el caso de los antidepresivos.
El tratamiento del bruxismo tiene por objeto disminuir el dolor y tratar de evitar que se produzca un daño dental irreversible.
Algunas medidas que puede tomar el paciente para paliar los síntomas son:
- Aprender técnicas de relajación que le ayuden a reducir el estrés y la ansiedad.
- Realizar ejercicios de estiramiento indicados por un fisioterapeuta para facilitar la recuperación del equilibrio muscular y articular de ambos lados de la cabeza.
- Esforzarse por relajar los músculos faciales y las mandíbulas durante el día, para intentar convertir esta acción en un hábito.
- Combatir el insomnio instaurando unos buenos hábitos de higiene del sueño.
- Masajear los músculos de cara, cuello y hombros para reducir la sensación dolorosa.
- Evitar aquellos alimentos que resulten duros o de difícil masticación e hidratarse adecuadamente.
- Aplicar calor húmedo.
Para evitar o frenar el daño que se produce en los dientes y disminuir la sobrecarga muscular causada por el bruxismo, se utiliza un dispositivo conocido como férula de descarga, que cumple la misión de proteger la dentadura de la presión que ejerce el paciente cuando los aprieta y rechina.
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