El bruxismo es una patología más frecuente de lo que puedas pensar. Se calcula que 7 de cada 10 personas la padecen en nuestro país. Consiste en apretar de forma inconsciente la mandíbula y rechinar los dientes, lo que produce el desgaste de los mismos.
El Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos señala que, además de desgaste, puede provocar fisuras y rotura de las piezas dentales, hipersensibilidad y dolor dentario, sobrecarga muscular, así como asociarse a ciertos dolores de cabeza y cervicales.
Este mes te hablamos de bruxismo en nuestro blog. Quédate con nosotros que te lo contamos todo.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es la acción involuntaria de apretar o rechinar los dientes. Puede suceder durante el día y durante la noche. El más común es el que se produce durante el sueño y es, al mismo tiempo, el más difícil de controlar, ya que sucede de forma totalmente inconsciente.
Si te ocurre mientras duermes, cuando no es posible controlarlo, es cuando la gravedad del problema aumenta ya que no eres consciente de tu acción. Este tipo de bruxismo se considera una de las alteraciones del sueño o parasomnia.
Sin embargo, incluso despierto puedes hacerlo y son las personas de tu alrededor las que te advierten de ello o incluso lo hace tu dentista en una revisión rutinaria, de ahí la importancia, una vez más, de acudir a tu odontólogo, al menos, una vez al año.
Consecuencias del bruxismo
La acción de rechinar los dientes tiene, también, una serie de consecuencias. La primera de ellas es el desgaste tanto del esmalte dental como de los propios dientes lo que puede llegar a producir la fractura de alguna de tus piezas dentales.
Las encías también se ven afectadas ya que se pueden inflamar y causar la movilidad de alguno de tus dientes.
El hecho de que se reduzca tu esmalte dental hace que aumente la posibilidad de que padezcas, también, sensibilidad dental porque la dentina ha quedado más expuesta.
Pero y, aunque estas primeras consecuencias son serias, apretar de manera continua tus dientes tiene, además, otros efectos más graves. Debido al bruxismo pueden surgir trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) que te provoquen dolores tanto de cabeza como de oído o cuello.
Igualmente es fácil que tengas molestias al abrir la boca, dolor, chasquidos en la articulación, dificultad para masticar e incluso, si el problema es muy grave, para hablar. Porque una de las posibles consecuencias del bruxismo es la inflamación de los músculos del área mandibular y la hipertrofia de los meseteros, que son los implicados en la masticación.
Además, esta patología dental te puede provocar continuos microdespertares, lo que hace que no descanses de manera adecuada y te sientas cansado durante el día.
¿Qué tratamiento existe?
Si bien dependerá del estado concreto de cada paciente, podemos decir que según sea la disfunción (articular, muscular o a causa de ambas) se colocará una férula para cada caso y se ajustará hasta llegar a una estabilidad y posición articular sana.
Dicha férula de descarga, que se pone a la hora de dormir, tiene como objetivo liberar la tensión acumulada y evitar daños no solo en los dientes, sino en la articulación que une la mandíbula al cráneo.
En la mayoría de los casos, cuando se estabiliza esta articulación, hay que realizar luego un tratamiento de ortodoncia o rehabilitación para mejorar la oclusión.
Es también muy habitual que se precise un tratamiento con un fisioterapeuta para recuperar la movilidad y quitar los nódulos irritativos musculares de cuello y espalda mientras el paciente lleva la férula para conseguir un 100% del éxito de tratamiento.
En cualquier caso, siempre será el odontólogo el que analice y valore tu caso particular.
Si tienes o crees que puedes tener bruxismo, llámanos y concierta una cita para hacerte una revisión y darte la mejor solución posible. Estamos en:
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