
La Doctora Emma Vilaró nos recuerda sobre la necesidad de de dejar de fumar, yo no sólo para mejorar nuestros pulmones y piel, sino también, nuestra salud bucodental.
No es necesario enumerar ni describir las consecuencias que el hábito de fumar causa para la salud general, especialmente para los sistemas broncopulmonar y cardiovascular.
Sin embargo, nos vamos a detener en los efectos del tabaco en la boca. No en vano, muchos dentistas lo consideran el enemigo público número uno para aquellos pacientes que mantienen este mal hábito.
Además, fumar no afecta sólo al fumador, sino también a todas las personas que le rodean, en forma de fumadores pasivos.
- Uno de los efectos más conocidos es el cambio de color y la aparición de manchas que suele producir en las piezas dentales al alterar el esmalte.
- Enfermedad periodontal. La reducción del flujo sanguíneo acaba afectando a las encías, que se ven mucho más indefensas ante la placa bacteriana, que destruyen el tejido que sostienen los dientes.
- Puede producir cáncer oral. La ingesta constante de elementos tóxicos que componen el tabaco pueden arrastrarnos a esta grave situación, ya que resultan dañadas las células de la boca y la faringe.
- Reduce la producción de saliva, por lo que aumenta el riesgo de caries.
- Halitosis o mal aliento.
- Reducción de la eficacia de los implantes dentales, ya que el tabaco retrasa la cicatrización de cualquier herida producida en la cavidad bucal.
By Dra. Emma Vilaró